
L’Oréal, la principal empresa mundial en cosméticos y belleza, se encuentra en negociaciones avanzadas para adquirir la división de belleza del grupo francés Kering, propietario de marcas de lujo como Gucci. La operación, valorada en aproximadamente 4,000 millones de dólares, incluiría la compra de la marca de fragancias Creed, además de los derechos para desarrollar productos de belleza vinculados a las marcas de moda del conglomerado, como Bottega Veneta, Balenciaga y Alexander McQueen.
Hace apenas dos años, Kering había consolidado su presencia en el sector de la belleza al comprar la marca Creed por cerca de 3,500 millones de euros, lo que refleja un giro estratégico de la compañía. Sin embargo, la reciente ralentización en las ventas de Gucci y la difícil situación del mercado del lujo, especialmente por la reducción de la demanda en China, han generado preocupaciones financieras. A finales de junio, Kering reportó una deuda neta de 9,500 millones de euros.
Este posible traspaso representa un paso significativo para Luca De Meo, quien asumió la presidencia ejecutiva del grupo Kering en septiembre, al intentar disminuir la deuda y responder a la presión de los inversores. Por el momento, ni Kering ni L’Oréal han emitido declaraciones oficiales sobre la transacción, aunque se espera que el acuerdo pueda anunciarse la próxima semana.
Esta adquisición reforzaría la posición de L’Oréal en el segmento de fragancias y productos de lujo, ampliando su portafolio con marcas reconocidas y derechos exclusivos para nuevas líneas de belleza asociadas con las prestigiosas casas de moda pertenecientes a Kering.



































































































