
El Banco Mundial ha revisado su pronóstico de crecimiento económico para México en 2025, elevándolo de un 0.2% a un 0.5%. Aunque esta cifra representa una mejora frente a estimaciones anteriores, México continuará figurando entre los países con menor dinamismo en América Latina, posicionándose como el tercero con menor crecimiento, solo por encima de Haití y Bolivia, que anticipan contracciones en su Producto Interno Bruto.
El desempeño regional muestra una fuerte disparidad, destacando Guyana con un crecimiento esperado del 11.8%, impulsado por su sector petrolero, seguida por Argentina (4.6%), Paraguay (4.2%), San Vicente y las Granadinas (4%), Panamá (3.9%) y Guatemala (3.9%). En contraste, México no ha logrado superar las expectativas planteadas a principios de año, cuando se proyectaba un avance del 1.5%.
El informe del Banco Mundial destaca que la desaceleración mexicana en 2025 obedece a la reducción en la inversión pública en infraestructura y al impacto de nuevas medidas arancelarias impuestas por Estados Unidos, que afectan negativamente la demanda externa. En palabras del reporte, “La disminución de la inversión pública en México, combinada con los nuevos aranceles estadounidenses, representa un lastre significativo para su sector externo.”
Asimismo, se subraya la relevancia de la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026. Este acontecimiento podría constituir un punto decisivo para las relaciones comerciales en América del Norte, con potenciales oportunidades estratégicas, pero también desafíos derivados de las negociaciones, factores que influirán en la confianza de los inversores y en la integración regional.
Para 2026 y 2027, el Banco Mundial también incrementó moderadamente sus previsiones para México, de 1.1% a 1.4% y de 1.8% a 1.9%, respectivamente. También se resalta la necesidad en América Latina y el Caribe de fomentar el emprendimiento para estimular la productividad y romper con el ciclo histórico de bajo crecimiento, en un contexto marcado por inflación persistente, endeudamiento creciente y debilidad en la inversión.



































































































