
El presidente de Estados Unidos anunció una medida para incrementar un 10 % los aranceles aplicados a Canadá, intensificando así la tensión en la relación comercial entre ambas naciones. En respuesta, el primer ministro canadiense, Mark Carney, expresó la disposición de su país para retomar las negociaciones comerciales con Estados Unidos con el objetivo de buscar un acuerdo mutuamente beneficioso. Esta decisión se da en un contexto donde las disputas arancelarias han afectado sectores clave en el comercio bilateral, generando incertidumbre en los mercados y afectando a los exportadores de ambos países. La administración estadounidense no ha detallado aún la fecha exacta de la entrada en vigor de este nuevo aumento, pero ha declarado que forma parte de su estrategia para proteger la industria nacional y corregir desequilibrios comerciales. Por su parte, Canadá mantiene la apertura para dialogar y superar las diferencias, buscando evitar una escalada que pudiera dañar la economía regional y los lazos diplomáticos.



































































































