
El huracán Melissa, considerado el más intenso que ha azotado el Atlántico en casi un siglo, ha dejado una huella devastadora en el Caribe durante su desplazamiento hacia Bermudas. Los informes preliminares indican que al menos 30 personas perdieron la vida en Haití, mientras que Jamaica registró 19 fallecimientos a causa de esta tormenta. Además, zonas de Cuba sufrieron daños severos, con importantes afectaciones a la infraestructura y viviendas.
Melissa se fortaleció rápidamente, causando inundaciones, derrumbes y cortes en los servicios básicos en varios países caribeños. La tormenta ha sido catalogada como una de las más violentas en la región, generando alertas y evacuaciones preventivas para minimizar los impactos.
Las autoridades locales continúan evaluando los daños y coordinan acciones de emergencia para atender a las comunidades afectadas. El paso del fenómeno meteorológico obliga a mantener la vigilancia sobre las condiciones climáticas por su posible avance e influencia en otras áreas del Atlántico.
Este suceso resalta la vulnerabilidad de la zona ante fenómenos naturales extremos y la importancia de fortalecer los sistemas de prevención y respuesta inmediata para proteger a la población.



































































































