
Amazon continúa innovando para acortar los tiempos de entrega y está enfocando esfuerzos en optimizar los últimos metros del recorrido de sus repartidores. La compañía con sede en Seattle ha presentado unas gafas avanzadas, denominadas internamente como Amelia, diseñadas para asistir a los conductores en sus rutas. Este dispositivo incorpora una pequeña pantalla que ofrece indicaciones paso a paso, escanea códigos de los paquetes y captura fotografías como comprobante de entrega.
Estas gafas inteligentes están pensadas para sustituir los actuales dispositivos portátiles con GPS que usan los repartidores. Entre sus funcionalidades destacan las instrucciones de navegación precisas, que por ejemplo indican hacia dónde girar al salir de un ascensor en edificios complejos o alertan sobre obstáculos como perros agresivos. Para su funcionamiento, las gafas se conectan con un controlador ubicado en el chaleco del conductor y solucionan el problema de la duración de batería gracias a módulos intercambiables.
Según Beryl Tomay, vicepresidenta de transporte de Amazon, varios cientos de repartidores ya han probado el equipo, reportando mejoras en la eficiencia y la seguridad al reducir la necesidad de manipular tanto el teléfono como los paquetes simultáneamente. “Les ayuda a mantenerse atentos, lo que mejora su seguridad”, afirmó Tomay, subrayando que algunos conductores lograron ahorrar hasta 30 minutos por turno. El uso de estas gafas será opcional y se entregarán de forma gratuita a quienes las adopten, pero todavía están en etapa experimental.
En el mismo evento logístico “Delivering the Future”, Amazon mostró también un brazo robótico, llamado Blue Jay, que trabaja junto con el personal en almacenes para agilizar el picking y clasificación de productos. Este robot ya opera en un centro en Carolina del Sur y se despliegan planes para ampliar su uso, particularmente en instalaciones de entregas rápidas. Además, la empresa implementará un sistema de inteligencia artificial en sus almacenes para optimizar la gestión operativa y evitar cuellos de botella, mejorando la planificación diaria de sus operaciones a gran escala.



































































































