
La negociación en curso del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha generado preocupación en el sector automotriz, ya que se plantea la opción de sustituir la revisión trilateral por negociaciones bilaterales entre países. Este cambio, impulsado por Estados Unidos, provoca incertidumbre en la industria debido a que amenaza con desintegrar la cadena de suministro y la competitividad regional consolidada en más de treinta años.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) ha manifestado la importancia de conservar la revisión trilateral para mantener la integración eficiente de la cadena productiva, la armonización de reglas de origen y la colaboración tecnológica. Lizette Gracida, directora senior de Relaciones Institucionales y Comercio Exterior de Toyota México, señaló: “El tratado es una clave fundamental, no solo para Toyota, sino para toda la industria establecida en la región… Tenemos más de tres décadas generando nuestras estrategias bajo este fundamento.”
La estructura regional incluye una red muy integrada de proveedores y tecnología, con México adquiriendo anualmente más de 4 mil millones de dólares en insumos de proveedores nacionales, lo cual demuestra el grado de interdependencia que podría verse afectado con acuerdos bilaterales.
Además, datos oficiales indican que la producción y exportación de vehículos ligeros y pesados en México han presentado caídas en lo que va del año, reflejando una situación que podría agravarse si se fragmenta el bloque comercial. Rogelio Arzate, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact), afirmó: “Estamos convencidos que las negociaciones o tratados bilaterales no son de alto impacto como lo puede ser un tratado trilateral. Nosotros queremos un tratado trilateral”.
En un contexto global de creciente competencia, especialmente por el avance de China en la producción de vehículos eléctricos, mantener la cohesión de Norteamérica como bloque es estratégico para preservar su liderazgo industrial y económico. Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), agregó que la integración comercial fortalece a la región y beneficia particularmente a México.
El panorama sigue en desarrollo, con los equipos técnicos de los tres países preparando la revisión formal del T-MEC, que definirá el futuro de la colaboración y competitividad en el sector automotriz norteamericano.



































































































