La Ciudad de México ha puesto en marcha una estrategia para disminuir a la mitad la cantidad de residuos sólidos que llegan a los rellenos sanitarios, un problema que implica elevados costos económicos y ambientales. En 2023, el gobierno capitalino destinó más de 444 millones de pesos para el traslado y disposición de basura en entidades del Estado de México y Morelos.
Para enfrentar este desafío, la administración encabezada por Clara Brugada ha diseñado un plan denominado ‘Ciudad Circular, Basura Cero’, que contempla una inversión de 405 millones de pesos para la instalación de nuevas plantas de procesamiento y la ampliación de la capacidad de las existentes. Entre las obras destacan la modernización del Plan de Bordo Poniente, la construcción de módulos de carbonización hidrotermal para convertir residuos orgánicos en fertilizantes y carbón, así como nuevas plantas de composta distribuidas en alcaldías del sur de la metrópoli.
Un componente clave de la iniciativa es fomentar la separación adecuada de residuos mediante la campaña ‘Transforma tu Ciudad, Cada Basura en su Lugar’, que será obligatoria a partir del 1 de enero de 2026. Esta acción incluye programas educativos en escuelas y comunidades, además de coordinación con las alcaldías para garantizar la recolección diferenciada: residuos orgánicos los martes, jueves y sábados; reciclables inorgánicos los lunes y miércoles; y no reciclables los viernes y domingos.
La investigadora Alethia Vázquez Morrillas destacó la importancia de modernizar la Planta Bordo Poniente debido a su saturación actual y la necesidad de descentralizar el procesamiento para optimizar el traslado de residuos. Mientras que Viridiana Lázaro, activista de Greenpeace, alertó sobre el impacto ambiental por las emisiones de gases de efecto invernadero en procesos como la carbonización hidrotermal y subrayó la urgencia de reducir el uso de plásticos de un solo uso para avanzar hacia una economía circular más sostenible.
