
La inteligencia artificial (IA) sigue protagonizando movimientos significativos en los mercados financieros, con recientes análisis que alertan sobre valoraciones bursátiles elevadas, similares a las observadas en la burbuja tecnológica de principios de los 2000. Avances recientes y ajustes en recomendaciones reflejan tanto oportunidades como precauciones en este sector.
Advanced Micro Devices (AMD) recibió una mejora en su calificación por parte de Truist Securities, la cual la pasó de mantener a comprar, además de aumentar su precio objetivo. El cambio se fundamenta en una mejora en la percepción de la industria sobre la tracción de AMD en centros de datos y IA. A diferencia de años previos, donde se consideraba principalmente como una referencia de precios frente a Nvidia, ahora AMD es visto como un socio estratégico con crecimiento sostenible estimado del 10% en cuota de mercado para GPUs. Truist elevó sus expectativas de ganancias para AMD, destacando su chip MI355 como un catalizador clave para futuros trimestres.
Por otro lado, UBS advirtió que las valoraciones de acciones tecnológicas relacionadas con IA están alcanzando múltiplos que recuerdan al pico de la era dotcom, con un modelo económico HOLT agregando un ratio precio-beneficio superior a 35 veces. Esto implica escaso margen para decepciones en flujos de efectivo futuros, especialmente ante incertidumbres como el enorme gasto de capital, limitaciones energéticas de centros de datos y competencia creciente de China. Michel Lerner, jefe del servicio analítico de UBS, señaló que aunque la inversión supera los 350 mil millones de dólares este año en EE. UU., gran parte del valor se basa en expectativas de ingresos futuros más que presentes. Además, estudios recientes apuntan a que la mayoría de implementaciones de IA generativa aún no muestran crecimiento inmediato en ingresos.
En cuanto a perspectivas específicas, Bank of America reclasificó a Marvell Technology de compra a neutral, citando menores expectativas de crecimiento en IA para los próximos años y riesgos asociados a proyectos clave como los de Microsoft y Amazon. Se prevé una reducción en el crecimiento de ingresos para centros de datos, afectando las proyecciones para 2026 y 2027, aunque aún reconocen la solidez financiera y capacidad de reacción de la empresa.
Finalmente, la introducción en el mercado bursátil de Ambiq Micro, fabricante de chips de baja potencia para IA de borde, ha generado análisis mixtos. Stifel inició cobertura con recomendación de compra destacando su tecnología diferencial, mientras que UBS y Bank of America se mostraron más cautelosos, subrayando riesgos en rentabilidad y concentración de clientes, aunque proyectan mejorías a mediano plazo.
Por su parte, RBC Capital Markets rechazó la idea de que la IA suponga el fin de la programación tradicional. Señaló que si bien la IA beneficiará a ciertas empresas, también promoverá la innovación y acelerará fusiones y adquisiciones, con una adopción amplia posiblemente hasta 2028 o después. Identificaron compañías mejor posicionadas para adaptarse a este escenario, como Microsoft, Intuit y MongoDB, mientras expresan cautela hacia algunas firmas cuyo valor de mercado ha caído.
En conjunto, estos movimientos reflejan un mercado dinámico donde la inteligencia artificial impulsa valoraciones y expectativas, pero también se enfrenta a retos considerables en su maduración y riesgos asociados a la inversión y ejecución.