
En los últimos meses, una creciente presencia de productos chinos económicos ha invadido el mercado mexicano y latinoamericano, impulsada principalmente por plataformas de comercio electrónico como Temu, Shein y AliExpress. Este fenómeno ha generado preocupación entre las autoridades mexicanas, que han decidido implementar aranceles más altos para contener el impacto en la industria local.
El gobierno de México aumentó los impuestos sobre pequeños envíos procedentes de China y otros países sin tratados comerciales vigentes, elevando los gravámenes del 19% al 33.5%. La medida se orienta a proteger a los productores nacionales y a combatir la reventa ilegal de mercancías importadas a bajo costo. Vidal Llerenas, subsecretario de Economía para Industrias y Comercio, destacó que podrían establecerse más aranceles a productos que se fabrican localmente para incentivar la producción nacional.
Empresas como Temu, parte del conglomerado PDD Holdings, están respondiendo a estas políticas incorporando proveedores locales y almacenando mercancías en bodegas dentro de México y otros países latinoamericanos. Sin embargo, el interés de los consumidores por los precios bajos sigue creciendo; Temu alcanzó un aumento del 143% en usuarios activos en Latinoamérica durante el primer semestre de 2025, según datos de Sensor Tower.
Este creciente flujo de productos ha colapsado las capacidades aduaneras y provocado que otros países de la región, como Chile y Colombia, también adopten medidas similares para proteger sus economías. La tensión se mantiene debido a la influencia económica que China ejerce sobre las naciones latinoamericanas por su papel como proveedor y comprador de materias primas. Mientras tanto, plataformas tradicionales como MercadoLibre enfrentan mayor escrutinio regulatorios para cumplir con normativas locales de seguridad y comercio.
La paradoja se presenta en los consumidores, quienes se benefician de productos más accesibles frente al aumento de precios en mercancías importadas mediante canales tradicionales. Sin embargo, las autoridades buscan equilibrar estos intereses para fortalecer la industria mexicana tras el auge del comercio digital extranjero.