
Durante los primeros meses de 2025, el empleo formal en México ha experimentado una disminución cercana a las 800,000 plazas, mientras que el sector informal muestra un alza significativa, con un incremento acumulado de 2.2 millones de puestos de trabajo. Esta dinámica refleja un fuerte repunte en la informalidad laboral, que actualmente afecta a aproximadamente 34 millones de personas, según las cifras reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esta tendencia plantea retos importantes para la economía y el desarrollo social, ya que el empleo informal suele estar asociado a menores prestaciones laborales y falta de acceso a ciertos beneficios sociales. La pérdida de empleos formales puede estar vinculada a diversos factores económicos y estructurales que demandan atención para revertir este escenario.
El aumento de la informalidad laboral también impacta en la recaudación fiscal y la protección social, lo que subraya la necesidad de políticas públicas orientadas a fomentar la formalidad y mejorar las condiciones de empleo en el país.
Ante estos datos, los especialistas señalan la urgencia de diseñar estrategias que estimulen la creación de empleos formales y reduzcan la vulnerabilidad laboral de millones de mexicanos, asegurando un desarrollo inclusivo y sostenible.