
China Evergrande Group, el mayor desarrollador inmobiliario del país asiático, fue oficialmente retirado de la Bolsa de Valores de Hong Kong, marcando el fin de un ciclo significativo en la economía china. Esta empresa, que llegó a tener una capitalización bursátil superior a los 51,000 millones de dólares en su mejor momento, enfrentó un desplome dramático que inició con la suspensión de sus acciones en enero de 2024 por una orden de liquidación.
Evergrande acumuló una deuda exorbitante que supera los 300,000 millones de dólares. Su incapacidad de cumplir con sus obligaciones en 2021, tras la implementación por parte del gobierno chino de la política de “tres líneas rojas” para limitar el endeudamiento excesivo, desencadenó una profunda crisis en el sector inmobiliario. Esta situación ha afectado la economía nacional, ya que el sector de la construcción representaba más de una cuarta parte del Producto Interno Bruto antes de 2020.
El mercado inmobiliario chino continúa debilitado, con caídas en los precios de vivienda y una reducción considerable en la venta de propiedades nuevas, especialmente en ciudades pequeñas y áreas suburbanas donde los precios han bajado hasta un 50%. Para contrarrestar esta situación, autoridades como el primer ministro Li Qiang han señalado la necesidad de políticas más rigurosas que estabilicen la confianza de los mercados. Las ciudades de Shanghai y Pekín han flexibilizado algunas restricciones para estimular la demanda, como permitir compras ilimitadas en las periferias y bajar las tasas hipotecarias.
El proceso de liquidación de Evergrande ha sido lento y complicado. En enero de 2024, un tribunal de Hong Kong ordenó la venta de sus activos locales, pero la mayoría de sus bienes importantes aún están en China continental, dificultando la recuperación de los acreedores. Actualmente, la deuda real que mantiene la empresa es de aproximadamente 45,000 millones de dólares, cifra que supera estimaciones anteriores y que hace casi imposible una reestructuración completa. Miles de compradores siguen a la espera de la entrega de viviendas, con cientos de proyectos aún inconclusos. La caída de Evergrande deja una huella significativa en el mercado inmobiliario chino, cuyas secuelas seguirán afectando la economía a corto y medio plazo.