
Durante junio, la tasa de incremento en los precios de las viviendas en Estados Unidos experimentó su desaceleración más significativa desde el año pasado, extendiendo una tendencia a la baja que se ha mantenido por cinco meses consecutivos. Según el índice nacional de S&P CoreLogic Case-Shiller, los precios aumentaron un 1.9% en comparación con el mismo mes del año anterior, un descenso desde el 2.3% registrado en mayo.
Esta evolución refleja un mercado inmobiliario que atraviesa un enfriamiento tras registrar su temporada de ventas primaveral más débil en 13 años. El alto costo de las viviendas y las elevadas tasas hipotecarias han restringido la cantidad de compradores activos, alentando a quienes venden a ofrecer descuentos y concesiones, sobre todo en regiones donde la oferta ha aumentado.
No obstante, algunos mercados como el de Nueva York mantienen una alta competitividad, con incrementos anuales en los precios que alcanzan el 7%, seguidos por Chicago y Cleveland, con alzas del 6.1% y 4.5%, respectivamente. En contraste, ciudades que fueron muy demandadas durante la pandemia, como Phoenix, Tampa y Dallas, muestran una disminución en sus valores, con Tampa registrando la caída más abrupta del 2.4% anual.
Nicholas Godec, director de renta fija negociable y materias primas de S&P Dow Jones Indices, señala que “la modesta ganancia anual del 1.9% oculta una volatilidad significativa, ya que la primera mitad mostró una caída de precios que fue compensada por un aumento del 2.5% en los últimos seis meses, sugiriendo un punto de inflexión en el mercado al inicio de 2025.”