
Recientes informes de analistas han señalado movimientos relevantes en el sector de inteligencia artificial (IA), con valoraciones que se aproximan a niveles similares a los del auge tecnológico del período dotcom. Especialistas han revisado las perspectivas de compañías líderes como Advanced Micro Devices (AMD), Marvell Technology y Ambiq Micro, así como las implicaciones generales para el mercado tecnológico estadounidense.
Truist Securities mejoró la recomendación sobre AMD, pasando de mantener a comprar y aumentando su precio objetivo debido a una mayor aceptación de la empresa en el mercado de centros de datos y IA. Se destaca que, a diferencia del pasado, AMD ahora es percibida por sus clientes clave como un socio estratégico real y no solamente una alternativa para verificar precios frente a Nvidia. Este cambio refuerza la confianza en un crecimiento sostenible para AMD en GPUs, con un pronóstico optimista para 2027.
Por otro lado, UBS alertó sobre lo elevado de las valoraciones en el sector tecnológico estadounidense, con múltiplos que superan las 35 veces el ratio precio-beneficio, similares al pico de las puntocom, dejando poco margen de error. Esta situación se acompaña de un aumento sin precedentes en el gasto de capital por parte de grandes empresas tecnológicas, que esperan invertir cientos de miles de millones en infraestructura para IA. Sin embargo, existen incertidumbres respecto a la rentabilidad inmediata y riesgos vinculados a limitaciones energéticas y competencia creciente.
En contraste, Bank of America rebajó la calificación de Marvell Technology, citando una percepción menos optimista sobre su crecimiento en IA y pronosticando una reducción significativa en ingresos para los próximos años. Asimismo, ambiciosos lanzamientos recientes no han logrado aún cumplir con las expectativas de mercado.
Finalmente, la cobertura abierta sobre Ambiq Micro refleja un sentimiento mixto. Algunos analistas destacan su tecnología diferencial en IA de bajo consumo, con una perspectiva de crecimiento y rentabilidad a mediano plazo, mientras que otros subrayan riesgos de concentración de clientes y un horizonte de beneficios más lejano.
En general, las evaluaciones enfatizan que, aunque la IA se mantiene como motor principal en resultados corporativos y gasto tecnológico, existe la necesidad de diversificación ante posibles volatilidades y riesgos asociados a una burbuja especulativa, recomendando diversificar en sectores menos correlacionados con la tecnología estadounidense y vigilar la evolución del flujo de caja de los principales actores.