
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una propuesta dirigida al Congreso para reducir el presupuesto destinado a la ayuda internacional en 4,900 millones de dólares. Esta solicitud implica un recorte significativo en los fondos que la nación norteamericana destina a programas de apoyo humanitario y asistencia en diversos países. Entre las agencias afectadas se encuentra USAID, una organización que actualmente trabaja en unas 120 naciones, enfocada en brindar apoyo en salud y emergencias.
La reducción planteada forma parte de una estrategia para disminuir el gasto exterior, aunque el impacto que tendrá en los programas sociales y de emergencia todavía está por evaluarse. Esta propuesta se presenta en un contexto global donde la ayuda internacional es clave para enfrentar crisis y promover el desarrollo.
Trump ha solicitado al Congreso que considere esta modificación presupuestaria como una prioridad en las discusiones legislativas que se avecinan. Sin embargo, esta medida también ha generado debates sobre las consecuencias que implicaría una disminución de recursos en áreas críticas de cooperación internacional.
El Congreso estadounidense deberá revisar y votar esta iniciativa en las próximas sesiones para definir el futuro del financiamiento a la asistencia internacional que, hasta ahora, tiene un papel relevante en la política exterior y humanitaria de Estados Unidos.