
En el marco de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) que tuvo lugar en Tianjin, China, los líderes Vladimir Putin de Rusia y Narendra Modi de India realizaron una inusual reunión dentro de una limusina Aurus de fabricación rusa. El encuentro se llevó a cabo durante un recorrido de poco más de 15 minutos y se extendió con conversaciones adicionales dentro del vehículo, sumando aproximadamente 45 minutos de diálogo informal.
Esta modalidad, que algunos denominan “diplomacia de la limusina”, es una táctica recurrente de Putin para sostener conversaciones en un ambiente más relajado y directo, alejándose del protocolo habitual de las reuniones oficiales. Previamente, otros mandatarios como Kim Jong Un y el jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan han compartido paseos similares con el presidente ruso.
Además de facilitar el intercambio diplomático, esta estrategia también sirve para exhibir el Aurus, una limusina blindada desarrollada en Rusia, que Putin utiliza como símbolo de prestigio tecnológico y nacional. El contexto del evento fue relevante, dado que se realizó siendo Putin invitado por el presidente chino Xi Jinping, quien también tiene una fuerte tradición de emplear limusinas distintivas chinas, como la línea Hongqi.
Este encuentro entre Rusia e India ocurre en un momento donde ambas naciones refuerzan sus vínculos estratégicos y coordinan posiciones en escenarios multilaterales, con China como anfitrión. La espontaneidad y naturaleza privada de esta reunión abre paso a discusiones complementarias a las agendas formales de la cumbre regional.